Si te sigues sintiendo culpable es porque tu ego sigue al mando, ya que sólo el ego puede experimentar culpa ~ Un Curso de Milagros
Hace poco compartí en Instagram esa frase, junto con mi siguiente comentario:
La culpa no es señal de que haya malo con nosotros. No es señal de que hayamos hecho algo malo. Eso es lo que cree el ego, que siempre mira al pasado para definirse. El espíritu, en cambio, sólo conoce lo verdadero, y, por tanto, sólo conoce el presente, donde la culpa no puede existir, ya que necesita del pasado.
Frente a esto, alguien me pidió un consejo práctico para dejar ir la culpa. ¿Cómo dejarla cuando hemos hecho daño a otros?
Esta fue mi respuesta:
No pelees con la culpa. Permítete sentir las emociones. Tal vez haya tristeza o rabia debajo, contra ti o contra alguien más. Es bueno que dejes salir eso. Usa la culpa como una oportunidad para ir más adentro en ti. A medida que reconozcas tu esencia y te conectes con tu corazón y con el momento presente, la culpa se irá disolviendo, junto con las demás ilusiones.
Cuando reconoces tu realidad, reconoces la realidad de los demás. Entonces ves que nadie puede hacerte daño, y que tú no puedes hacerles daño tampoco. No comprenderás esto con el intelecto. Es un proceso de despertar. Y verás que cualquier error que hayas cometido es perfecto para tu proceso y para el de aquellos involucrados. Por ahora, acepta que te duele, y usa ese dolor para ir profundo dentro de ti. No huyas de eso ni trates de erradicarlo. La oscuridad no se va porque pelees con ella. Simplemente se desvanece cuando prendes la luz. Y en este caso, la luz es tu presencia, tu consciencia y la conexión con tu corazón.
Ahora bien, es importante resaltar que dejar de sentir la culpa desde este enfoque no implica volvernos insensibles ni desconectarnos de nosotros. Todo lo contrario.
Hay personas que no experimentan culpa porque están profundamente desconectadas de sus emociones. Este puede ser el caso de algunos psicópatas y sociópatas que no pueden sentir el daño que les causan a los demás y por eso perpetran actos crueles sin sentirse mal por ello.
Aquí, sin embargo, no te invito a que te desconectes de tus emociones, sino a que te sumerjas tan profundo en ellas que las trasciendas. Entonces estarás plenamente conectada o conectado con tu corazón. Y, desde esa conexión, la culpa desaparece, pero no nos hemos vuelto insensibles.
A veces creemos que, si no sentimos culpa, nos volveremos peligrosos porque haremos mal sin remordimientos. Pero la verdad es que, si dejamos de sentir culpa desde un lugar de amor y conexión con nosotros, lo único que saldrá de nosotros serán actos elevados y amorosos. La culpa, en cambio, nos pone densos, y desde esa densidad nuestras elecciones suelen ser menos elevadas. Así que ánimo. No tue fuerces a dejar ir la culpa. Pero tampoco tengas miedo de que se vaya. Sin culpa, lo único que saldrá de ti es Amor.

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