Normalmente pensamos en que es bueno dar para luego recibir. Y esta es una buena idea. De hecho, creo que la mejor forma de obtener algo es dándolo. Sin embargo, es una idea limitada.
Más poderosa aún me parece la idea de que dar es lo mismo que recibir. Es decir, la idea de que en el preciso instante en que doy ya estoy recibiendo, y recibo exactamente aquello que doy, pero multiplicado.
Esta es una de las ideas más poderosas y hermosas de Un Curso de Milagros (UCDM).
¿Por qué es lo mismo dar que recibir? Porque somos uno y, en consecuencia, siempre que doy es a mí mismo a quien me lo doy (otra de las lecciones de UCDM).
Cuando le doy a alguien un pan, ¿estoy recibiendo algo? Sí, estoy recibiendo un pan, pues yo soy esa persona que lo recibió. Yo y ella somos Uno. Todos somos Uno. No hay más.
Sé que no es así como la mayoría percibimos las cosas actualmente. Nos percibimos separados. Esto nos lleva a creer que dar algo implica perderlo, al menos momentáneamente. Pero la idea de que estamos separados es una ilusión. Es la gran ilusión que estamos sanando, es el sueño del cual estamos despertando. Y despertaremos a la verdad de que somos Uno.
Sé que, al comienzo, esta idea puede sonar un poco abstracta. Pero te invito a que la dejes entrar en tu corazón. Y te invito que le des al mundo (y, por tanto, a ti mismo) aquello que más anhelas.
Te invito a que nos demos amor, perdón, paz, abundancia.
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Es una realidad, aprenderla viviéndola, es la tarea. Muchas gracias. 🙏
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