La fortaleza de la vulnerabilidad

Me encontré con esta lista muy graciosa sobre algunas de las palabras más difíciles de pronunciar:

5. Otorrinolaringólogo

4. Desoxirribonucleico

3. Paralelepípedo

2. Ovovivíparo

1. Perdóname…

Especialmente si esta última es pronunciada de manera sincera y acompañada por «me equivoqué», «tienes razón».

Y hay otras frases que compiten en dificultad, como «te tengo envidia». «Eso que me digiste me hizo sentir inseguro».

Factor común: la autoimagen que nuestro ego necesita mantener de sí mismo, incompatible con la vulnerabilidad.

La vulnerabilidad es la verdadera fortaleza. Pues cuando podemos ser vulnerables es porque nos permitimos abandonar nuestra fortaleza ficticia, artificial. Y solo así podremos contactarnos con nuestra verdadera fuerza, nuestro verdadero poder, que no necesita proteger una imagen de sí mismo, pues sabe quién es en verdad, y ese conocimiento es suficiente para su plenitud.

Suscríbete a mi blog y recibe en tu correo una reflexión para cada día.