Muchas veces se nos sugiere que no deseemos. «El deseo es la fuente del sufrimiento» es una frase que con frecuencia se le atribuye a Buda. Creo, sin embargo, que estos consejos señalan realmente al apego como la fuente del sufrimiento, no al deseo.
Desear es maravilloso. Es la fuerza que pone en marcha al universo. Es la semilla del cambio, la transformación y la evolución.
El problema aparece cuando nos apegamos a lo que deseamos. Entonces nuestros deseos se convierten en exigencias, y esto trae sufrimiento. De hecho, esa es la definición de apego. Sabes que estás apegado a algo si su ausencia te causa sufrimiento.
Es maravilloso desear el cuerpo de tu pareja si estás en una relación. Pero si exiges tener el cuerpo de tu pareja, si te enfadas y te ofuscas cuando no lo tienes, tu relación de pareja se convertirá en una fuente de sufrimiento. De eso puedes estar seguro.
Lo mismo vale para tu relación con el universo y contigo mismo.
El truco es desear sin apego.
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