La gratitud es de las actitudes más poderosas y transfomadoras.
Sin embargo, para poder estar realmente agradecidos primero tenemos que reconocer y apreciar lo que tenemos.
Una vez tomamos consciencia de nuestras bendiciones, naturalmente surge en nosotros la gratitud.
Pero a veces nuestros juicios e ideas sobre cómo deberían ser las cosas nos impiden apreciar este momento. Y esto nos sucede con todo en nuestras vidas. Creemos que nuestro cuerpo debería ser de cierta manera, así como las personas a nuestro alrededor y nuestro mundo en general.
Nos quejamos de los políticos, de los insconcientes. Nos quejamos de nosotros mismos, de nuestras familias. Y mientras veamos el mundo a través de las ideas y los juicios, no podremos reconocer la increíble belleza y perfección que nos rodea en cada momento, y no podremos abrazar y agradecer nuestras vidas.
Entonces, parte importante de sanar es soltar los juicios para así poder agradecer cada aspecto de nuestras vidas.
En una entrada anterior, comencé a explicar algunas de las técnicas del sistema Isha, que se bazaba en la apreciación y la alabanza. Este es el siguiente paso: enfocarnos en la gratitud.
Para esto, el Sistema Isha nos invita a pensar este hermoso pensamiento:
GRACIAS AL AMOR POR MI EXPERIENCIA HUMANA EN SU PERFECCIÓN.
Y tras pensarlo llevaremos nuestra atención a la zona del medio del pecho: la zona del corazón.
Al igual que con la frase de poder que compartí anteriormente, en este caso tampoco tienes por qué creer lo que la frase dice. No te tiene por qué gustar. No tienes que buscar un estado interior específico. A veces sentirás paz, otras veces vendrás muchos pensamientos o emociones. Todo esto es perfecto.
Si quieres conocer más sobre esta práctica, puedes encontrar material en la página de Isha.
También te invito a que veas la película de Isha: ¿Por qué caminar si puedes volar?

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Un comentario sobre “De la apreciación a la gratitud”