Conéctate con tu corazón. Sigue caminando aunque tu mente desconozca el destino. Te espera el amor que yace dentro de ti, reflejado de mil maneras distintas.
Y, al final, te espera solo este momento, que siempre ha sido tu destino, ahora, donde sientes que tu corazón late al unísono con el corazón de Dios. Y ves luego que hay un solo corazón, y que ese amor, de donde provienes, es lo que siempre eres.
Suscríbete a nuestro blog y recibe en tu correo nuestras reflexiones.